Luca George Prodan (Roma, Italia; 17 de mayo de 1953 – Buenos Aires, Argentina; 22 de diciembre de 1987) fue un músico ítalo-escocés quien a comienzos de los años ochenta se radicó en la Argentina, donde formó el grupo de rock Sumo.
Luca vino a la Argentina cautivado por sus paisajes y además, para intentar zafar de su adicción a la heroína, que aquí aún no había.
Luca Prodan nació en Roma el 17 de mayo de 1953. Hijo de Mario Prodan, un ciudadano turco de ascendencia italiana nacido en el imperio austrohúngaro y de Cecilia Pollock, nacida en China e hija de escoceses que residieron en Shanghái y Pekín antes de la Segunda Guerra Mundial. Luca fue el tercero de cuatro hermanos: Michela (Micaela) y Claudia eran las mayores, y Andrea el menor de todos. Tanto Michela como Andrea están relacionados con el mundo del cine, aunque Andrea tiene también una trayectoria musical inusual. Solista del coro más famoso de Inglaterra en su primera juventud y músico creativo en su madurez.
En Escocia, Prodan concurrió a Gordonstoun, un prestigioso colegio al que asistía el príncipe Carlos de Inglaterra. Faltándole un año para finalizar sus estudios, en 1970 los abandonó y se escapó del instituto. En ese momento rondaba sus diecisiete años de edad. Al tiempo en que su familia requirió su búsqueda a la Interpol, Luca recorrió Europa solitariamente hasta regresar a Roma donde fue hallado por su madre en el mismo momento en el que había sido detenido por la policía.
Establecido en Londres durante la década de 1970, Luca trabajó en la compañía discográfica EMI. Todavía en Londres formó su primera banda: The New Clear Heads, contemporánea a la estética de bandas punk como XTC, The Fall, Wire o Joy Division. La sensibilidad musical de Luca, influida por el apogeo de los ritmos de las ex colonias británicas como el dub y el reggae (que influyeron en la música popular británica durante la década de 1970) se asemeja al estilo personal de cantautores post-punk como Joe Jackson, Graham Parker o Elvis Costello. Aunque tal vez la ironía de Ian Dury & The Blockheads se parece más al estilo jocoso y festivo de algunas de las canciones de la etapa de Sumo.
Prodan tenía una vocación particular por la música. Fue sensible en la adolescencia al rock sinfónico y a la psicodelia de Canned Heat, Soft Machine, Syd Barrett & Pink Floyd, o de Peter Hammill & Van der Graaf Generator e incluso al boom experimental de Roxy Music. Inspirado por algunos músicos como Bob Dylan, Jim Morrison, Nick Drake, John Lennon, David Bowie, Leonard Cohen, Lou Reed, Lucio Battisti, Franco Battiato, o Brian Eno, compuso durante la década de 1970 algunas canciones memorables, que serían grabadas en 1981 en La Cumbrecita, Córdoba (Argentina).
Viviendo en Londres, Luca se inició en el consumo de heroína. En 1979, su hermana Claudia se suicidó con su novio, tras encerrase en un auto e inhalar monóxido de carbono. Tras esto, Luca cayó en un coma, debido a su adicción a la heroína, por lo que casi lo dan por muerto. En varios reportajes posteriores, Luca declaró que viajó a la Argentina, siguiendo una imagen bucólica que lo había atrapado. Recibió una carta de un amigo argentino de origen escocés, Timmy McKern, con quien había compartido años escolares en Escocia y convivió luego en Londres, en la que había una foto de la familia de McKern en las sierras de Córdoba.
Prodan trabó amistad con el cuñado de McKern, Germán Daffunchio y con un vecino de él, Alejandro Sokol. Juntos comenzaron a hacer temas, que serían los primeros de la banda que se llamaría Sumo, como «Night & Day» y «Regtest», entre otros.
Luca con Sokol al bajo, Daffunchio a la guitarra y Stephanie Nuttal (una amiga inglesa de Luca) a la batería, dieron el primer concierto de Sumo en una discoteca de El Palomar llamada Caroline’s Pub.
Sumo brindaba espectáculos muy adrenalínicos con temas cantados en inglés. Tuvieron serios problemas en épocas de la guerra de Malvinas en las cuales todo lo relacionado al inglés no era bienvenido. Eso provocó el retorno de Nuttal a su país natal por pedido de sus padres. Sumo estableció su base en Hurlingham, en la casa de la madre de Timmy. La segunda formación de Sumo fue: Prodan (voz), Daffunchio (guitarra), Sokol (batería) y Diego Arnedo, un vecino (bajo). Más tarde se unió Roberto Petinatto como saxofonista (hasta ese entonces era un periodista de la revista Expreso Imaginario).
En 1984, Sokol dejó la banda y se sumaron Alberto «Superman» Troglio en batería y Ricardo Mollo (amigo de Arnedo) en guitarra. La formación definitiva fue la de estos dos más Prodan, Daffunchio, Arnedo y Petinatto, que perduró hasta la disolución del grupo. Sumo acompañó una verdadera revolución cultural encarnada en un verdadero fervor participativo de los jóvenes de clase media en la política partidaria, las asociaciones barriales y una innovadora escena cultural. La creativa ,cultura under de la Buenos Aires post dictadura renovó tanto el periodismo alternativo encarnado en revistas como Expreso Imaginario o Cerdos y Peces, como un ambiente artístico profundamente irónico sobre los lugares establecidos de las artes plásticas, el teatro, la música o el diseño. Un cruce de géneros que caracterizaron la época y que se evidenciaba en artistas como Marcia Schvartz, Vivi Tellas, Diana Nylon, Batato Barea o Sergio de Loof.
Por estos años, Sumo solía dividirse en dos para poder recaudar más dinero, así se formaba la Hurlingham Reggae Band, y (a veces) Sumito. Ambos grupos daban varios recitales por fin de semana, incluido el templo underground de los años 1980 Café Einstein o bien en el Parakultural.
En el año 1985, la banda saca su primer disco «oficial», Divididos por la Felicidad (un juego sobre el nombre de la banda inglesa Joy Division, en el que plasman mucho reggae con influencias de Bob Marley y también del funk y post punk. El hit fue «La rubia tarada», fue el mayor éxito de este LP. Anteriormente habían sacado Corpiños en la Madrugada en forma de casete y con distribución limitada. (La tapa era de cartón).
En 1986 grabaron Llegando los monos, segundo disco en el que hay reggae, rock agresivo y post-punk. Algunos de sus temas que fueron himnos, como «Estallando desde el océano», «El Ojo Blindado» o «TV Caliente». El hit del disco fue «Los Viejos vinagres». En ese mismo año dieron un concierto épico en Obras Sanitarias, en el que se consagraron como una de las bandas más convocantes del momento.
En el año 1987 sacaron su tercer y último disco: After Chabón, álbum en el que se muestra una notable madurez en materia musical y lírica: tal es el caso particular de «Mañana en el Abasto» que conjuntamente con la música minimalista de su amigo, el filósofo y músico Eduardo Sanguinetti, Prodan da una particular y emotiva descripción de un barrio típico de Buenos Aires.
El último recital fue en el estadio del Club Atlético Los Andes, el 20 de diciembre de 1987. Según el cantante de la banda Los Violadores (Pil Trafa) «Luca estaba muy flaco y pálido». Sus ex compañeros recordaron más tarde que esa noche, momentos antes de interpretar una poderosa versión de «Fuck you», Luca dijo: «Ahí va la última». Dos días después, el martes 22 de diciembre de 1987, lo encontraron muerto en su habitación de la casa ubicada en la calle Alsina 451, en el barrio de San Telmo, que compartía con el músico Marcelo Arbiser. Había sufrido un paro cardíaco debido a una grave hemorragia interna causada por una cirrosis hepática.
Años después, la figura de Luca se erigió como uno de los grandes mitos de la música argentina. Es venerado por muchos jóvenes en la actualidad.
Luca Prodan participó de cerca en la escena musical alternativa inglesa de la década de 1970. Se dice que tenía vínculos con varios protagonistas de lo que luego fue la escena musical británica de esos años como Malcolm McLaren, John Lydon y Sid Vicious (The Sex Pistols), Ian Curtis (Joy Division), Ian Dury (Ian Dury & The Blockheads), Stephanie Nuttal (Manicured Noise, luego la primera baterista de Sumo) o Tony Mansfield (New Musik). Existe el rumor de que una parte de los coros en la canción «Living By Numbers» de New Musik de 1980 son de Luca, quien fuera novio de Julie Mansfield, hermana del cantante.
Tenía una extraña combinación de caballero y vagabundo, era profundamente educado y erudito, con una enorme sensibilidad para la música, la historia del arte y la literatura. Al mismo tiempo desafiaba esa legitimidad con una sensibilidad por los personajes y el lenguaje de la calle, los excéntricos y la música folk. También fue reconocido por componer canciones monoacórdicas (de un solo acorde). «El rock debe ser simple, do acorde» fue su frase de cabecera durante muchos años.
Luca no soportaba el denominado «rock nacional», y siempre tuvo una posición de burla con respecto al incipiente star system de la escena de los primeros años de la década de 1980. También solía burlarse o discrepar de otros artistas como Luis Alberto Spinetta, Soda Stereo, Miguel Mateos, Miguel Abuelo y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, entre otros. A pesar de eso, admiraba a otros artistas, vinculados (o no) al rock, como Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Charly García, Pipo Cipolatti, Jaime Torres, Fito Páez y Andrés Calamaro.
Su estilo de vida estuvo siempre cercano a un ascetismo igualitarista extremadamente irónico con respecto a lo que percibía como el establishment de una escena musical en auge. Poeta sensible y refinado, era al mismo tiempo una personalidad furiosa y eléctrica. Su excentricidad, su energía y su austeridad, asociadas a una profunda ironía y un enorme cosmopolitismo, hacían de Luca una figura extraña para los cánones de un ambiente poco acostumbrado a los estilos irreverentes de la contracultura y el gesto camp, que Luca encarnaba. La transformación cultural de la década de 1980, simultánea a la creciente importancia de una cultura juvenil que floreció en la post-dictadura, explicaría en parte las condiciones de su carisma.
Luca fue un personaje del underground, sin embargo criticaba duramente el elitismo pretencioso de un sector «moderno», prefiriendo el papel beat de «príncipe-mendigo». Esa actitud lo convirtió en un ícono de la llamada cultura rock, un término del que el mismo Prodan se reiría: «¿Qué es el rock? ¡Es el kcor al revés!». Si durante la década de 1980 esta cultura se asociaba a las estéticas «modernas» y «vanguardistas», durante la década de 1990 la masificación y diversificación del consumo, sumado al aumento de la brecha social, produjo una creciente distinción en los estilos musicales, asociando cada vez más el rock a la cultura de los sectores medios empobrecidos o a los sectores populares haciendo de Luca Prodan un rostro encantado y paradojal que sintetiza las facetas múltiples e inesperadas de la cultura argentina reciente.
La Última casa de Luca Prodan, fue en calle Adolfo Alsina 451, Buenos Aires. Actualmente hay un Espacio Cultural que recuerda a Prodan. Los fanáticos dejan inscripciones en la puerta.
- El grupo chileno funk Los Tetas, le dedicó la canción «Sale Luca» en su disco debut Mama Funk en 1995.
- El grupo argentino Bersuit Vergarabat lo menciona en su canción «En trance» de su álbum Don Leopardo de 1996.
- En el año 2002 se estrenó el documental Luca vive dirigido por Jorge Coscia con guion de Carlos Polimeni, Daniel Ritto y Jorge Coscia.
- En el año 2007, se estrenó Luca, un documental dirigido por Rodrigo Espina.
- El cantante Andrés Ciro Martínez le dedicó el tema «Malambo para Luca» en su primer CD solista con Los Persas, lanzado en 2010.
- La banda argentina de heavy metal Tren Loco le dedica un tema: «Luca no murió», en la reedición de 2005 de su segundo álbum de estudio «¡No me importa!».
- También es nombrado en la canción «Todo eso» de Callejeros en su álbum «Rocanroles sin destino».